La huelga que detuvo la construcción

Por Darrin Hoop and Chris Mobley | agosto-septiembre de 2008 | página 1

SEATTLE--Una huelga de trescientos plomeros, miembros de la Asociación Unida de Plomeros e Instaladores de Tubería, Local 699, paralizaó la mayoría de las grandes construcciones en Bellevue, Washington.

La huelga comenzó la medianoche del 1° de julio y, desde entonces por lo menos 40 proyectos de construcción en el area de Seattle se han parado. Otros 20,000 trabajadores sindicalizados también han detenido su trabajo para apoyar solidariamente la huelga. En total, la huelga cubre siete condados en el oeste de Washington.

Los huelguistas saben a lo que se enfrentan. Sam Bond, quien ha pertenecido al sindicato por nueve años, dijo durante una entrevista, "Tenemos que mantenernos al tanto de lo que sucede en el mundo. Si los precios suben, nosotros tenemos que hacer igual para que así podamos mantener nuestro estándar de vida. La huelga es importante para nosotros y para las futuras generaciones de plomeros".

Trabajadores metaleros, electricistas, ayudantes, ingenieros, al igual que choferes de UPS, se han negado a cruzar el piquete de los huelguistas.

En el campus de Microsoft en Redmond, Washington, la huelga ha parado por completo las operaciones de dos grúas gigantes, dando un fin de semana largo extra a más de 800 obreros.

El sindicato reporta que ningún miembro ha cruzado el piquete de huelga. El voto para su autorización fue unánime, y la "última, mejor y final" oferta de la organziación de los empleadores, la Asociación Nacional de Rociadores para Incendios (NFSA) fue rechazada 219 a 14 votos.

Ha pasado casi dos años desde la última gran huelga de obreros de construcción en el área de Seattle. En agosto del 2006, trabajadores de concreto, miembros de la Union Internacional de Ingenieros de Operaciones, Local 302, paralizaron casi toda la industria por un mes.

Esos trabajadores ganaron un contrato que incluyó un aumento salarial de $3,95 por hora sobre un período de tres años y, más importante aún, el contrato contiene una cláusula permitiéndoles honrar huelgas de otros sindicatos.

La importancia de aquella huelga se hace sentir más fuerte ahora. El ideario laboral tradicional que "un daño a uno es un daño para todos" ha sido subrayado por la solidaridad de los obreros de todos los oficios que no han cruzado los piquetes de huelga.

Como lo explicó un huelguista, "El apoyo que estamos recibiendo es incredible. Los obreros que nos han dado su solidaridad también se beneficiaran cuando el contrato de ellos se tenga que negociar".

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UNO DE los mayores puntos de la huelga es la duración del contrato. La NFSA está demandando un contrato de cuatro años con un paquete de beneficios y salarios valorado en $14 por hora durante la vigencia del contrato. El sindicato quiere mantener un contrato de tres años.

Esto es importante por un par de razones. Ahora el contrato de los trabajadores termina justamente después que el de otros plomeros, lo que puede ser una palanca a la hora de negociar. La Asociacion de Plomeros e Instaladores de Tubería, Local 32, recientemente ratificó un contrato con salarios y beneficios de $13 dólares por tres años.

Además, los trabajadores de metal del Local 86 van a votar por correo una propuesta de aumento de solamente $7 dólares durante tres años. El sindicato recomienda rechazar la propuesta.

Un contrato de cuatro años debilitaría la posibilidad de solidarizarse con los otros plomeros y los trabajadores de metal durante las próximas negociaciones. También coincidiría con las elecciones para la dirigencia del sindicato lo cual sería una distracción para la batalla contra los empleadores.

Importante también es mejorar el lenguaje del contrato para los aprendices, quienes ahora tienen un plan de salud inferior. El sindicato quiere terminar con este doble estándar y poner a todos los trabajadores bajo el mejor de los beneficios. El sindicato tambien quiere aumentar el sueldo inicial para los aprendices de 42 a 45 por ciento de los jornaleros.

En el otro lado, la NFSA esta tratando de aumentar el número de trabajadores con sueldos bajos y esta exigiendo exámenes de drogas al azar. El sindicato se opone a ambos.

El sindicato también está demandando que se incluya la inspección de tuberías anti-incendios como parte de los requisitos de trabajo para que de esta manera el trabajo no sea hecho por obreros sin unión.

La NFSA esta tratando de barrer con todas las conquistas que ha hecho el Local 699, el cual ha aumentado el número de sus miembros de un 51 por ciento de la industria en 1997 a un 82 por ciento hoy. El éxito del Local 699 puede ser medido por los $55 dólares por hora de los jornaleros.

Pero esto es engañoso porque este aumento no incluye las vacaciones y los días feriados en el contrato. También, 7 dólares por hora van para pagar el seguro de salud. Otras partes del paquete van para el programa de aprendizaje, membrecía y pensiones.

Esta huelga es una prueba donde se confirma si un sindicato es capaz, o no, de mantener o de mejorar la calidad de sus contratos durante una recesión económica.

Dan Cochran, un organziador del Local 699, resumió lo que está en juego en esta huelga: "Nuestra huelga puede ser un ejemplo para la gente obrera. Esto demuestra que no tenemos miedo irnos a huelga, aún cuando la economía se deteriora. Demuestra que hay poder en la huelga, que la gente puede hacer cambios y que la gente no debería de tener miedo, porque eso es lo que los patrones quieren. Ellos quieren que nos invada el miedo y detenernos. Hemos peleado contra esto desde hace mucho tiempo".

Traducido por Abe Gutierrez

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