Terremoto político en Grecia

junio y julio de 2012 | página 4

EL RESULTADO de las elecciones de comienzos de mayo en Grecia mandaron un mensaje que ha resonado a través de todo el mundo: el pueblo trabajador quiere acabar con la agenda de austeridad que ha hundido la economía griega en una depresión y ha decimado las condiciones de vida del pueblo en todas partes.

Lo más sobresaliente de la votación fue el desempeño de la Coalición de la Izquierda Radical (SYRIZA, por sus siglas en griego), una alianza de partidos y organizaciones de izquierda, algunas reformistas y otras revolucionarias. SYRIZA terminó segunda en la votación del 6 de Mayo, por delante del Movimiento Socialista Panhelénico (PASOK, por sus siglas en griego), el partido de centro-izquierda que controló el gobierno hasta finales del año pasado; y pisando los talones de Nueva Democracia (ND), el principal partido conservador.

ND fue incapaz de formar una coalición que comande una mayoría del parlamento griego, así que SYRIZA tuvo la oportunidad de hacerlo. Pero el portavoz de SYRIZA, Alexis Tsipras, insistió en que el próximo gobierno griego debe rechazar las medidas de austeridad que tanto daño han causado. Sin embargo, una mayoría gobernante tampoco pudo ser alcanzada sobre esta base, y el país se encamina ahora a una nueva ronda de elecciones, a mediados de Junio. Por su estancia, SYRIZA ha aumentado aún más su popularidad y ahora sobrepasa a ND en las encuestas de intención de voto.

La elección fue la primera en la que pueblo griego tuvo la oportunidad señalar con su voto su descontento con las políticas instauradas desde que la crisis de la deuda griega comenzó. La salvaje reducción del gasto público, los recortes salariales para empleados públicos, la campaña de privatizaciones y otras medidas de austeridad son condiciones del rescate financiero, aún en desarrollo, diseñado por la Unión Europea (UE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

La austeridad ha causado una crisis devastadora en Grecia. Pero la apodada "troika" (EU, BCE y FMI) y sus socios en Wall Street y en los gobiernos más poderosos, como el de EE.UU., quieren aún más recortes. Mientras tanto, las élites políticas y económicas de Europa y Estados Unidos advierten al pueblo griego de las terribles consecuencias de los resultados de estas elecciones.

La agrupación socialista OBRERO INTERNACIONALISTAS DE IZQUIERDA (DEA, por sus siglas en griego) ayudó a fundar SYRIZA en el 2004. En esta editorial publicado en su periódico, DEA celebra la victoria electoral y observa lo que viene a continuación.

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EN LAS elecciones del 6 de Mayo, el mensaje de resistencia y lucha abanderado por SYRIZA fue vindicado.

El resultado es, primeramente, una subversión del status quo político. El pueblo griego masivamente votó en contra del partido derechista Nueva Democracia y el social-demócrata PASOK.

Ambos partidos son los guardianes del conocido "Memorando de Entendimiento", el acuerdo crediticio anti-obrero firmado por el gobierno griego con el FMI, UE y el BCE. Estos fueron también los socios mayoritarios en el gobierno tecnócrata del Primer Ministro Lucas Papademos, quien previamente fuera oficial del BCE y quien tomara las riendas del estado tras el levantamiento contra las drásticas medidas de austeridad impulsadas por el PASOK. El tercer miembro de la coalición en ese gobierno, la ultra-derechista Concentración Popular Ortodoxa (LAOS, por sus siglas en griego), fue también aplastado, obteniendo sólo un 2,9 por ciento de los votos, debajo del umbral necesario para obtener representantes en el próximo parlamento.

El líder de ND, Antonis Samaras, dijo que la meta de su partido era ganar por si mismos una mayoría gobernante. Al final, perdió 1,1 millones de votos en comparación a los resultados del 2009, obteniendo únicamente el 18,9 por ciento, comparado al 33,5 por ciento de hace dos años y medio.

El líder de PASOK, Evangelos Venizelos, tenía esperanzas de que su partido mantuviera el primer lugar. Al final, perdió 2,2 millones comparado al resultado del 2009, contrayéndose de un 43,9 por ciento a un 13,2 por ciento. PASOK terminó en tercer lugar, detrás de SYRIZA.

El principal medio que la gente usó para expresar su masivo giro hacia la izquierda fue votando por SYRIZA, que incrementó su apoyo electoral del 4,6 por ciento o 315.000 votos en 2009, al 16,8 por ciento o 1,1 millones de votos en 2012.

SYRIZA fue recompensada por su radical política--su rotundo y sonoro "NO" al Memorando y a los acuerdos crediticios, su constante ataque contra los banqueros, y su demanda de hacer pagar a los ricos con más impuestos. Fue recompensada por su unidad, mientras apuntaba su batería contra los reales enemigos y evitaba la ruptura de la izquierda. Principalmente fue recompensada porque no le tembló la mano al desafiar el chantaje de Samaras y Venizelos, quienes amenazaban con que cada voto que no respaldara la austeridad conduciría a la destrucción de la economía griega. SYRIZA habló sobre la necesidad de desechar inmediatamente el actual gobierno, y con paso seguro propuso la solución de un gobierno de izquierda.

El Partido Comunista mantuvo su nivel de influencia--ganó 517,249 votos en 2009 y 536,072 votos en 2012. El aumento fue pírrico, a pesar de que éste es un período pleno de luchas y movilizaciones y de un masivo giro a la izquierda.

Por lo que también hubo un mensaje en las elecciones para la dirección del Partido Comunista. Estos líderes tomaron la decisión de dirigir todas sus críticas principalmente contra SYRIZA. Sobre todo, eligieron proclamar frente al pueblo que cualquier esfuerzo que haga por cambiar sus vidas en el presente, y no en alguna especie de régimen de "poder popular" en el futuro distante, es una ilusión peligrosa.

El avance electoral de ANTARSYA, una pequeña coalición de organizaciones de ultra-izquierda, fue también bastante limitado. De 24.687 votos (0,36 por ciento) en 2009, alcanzó 75.439 (1,19 por ciento) en 2012. En un período lleno de luchas y radicalización, esta coalición de ultra-izquierda no fue capaz de lograr un avance mayor en su influencia y su papel en la política griega. Falló en lograr lo que los neo-Nazis, el ala "radical" de la derecha, sí lograron.

Este es el lado oscuro de las elecciones--el gran crecimiento de Amanecer Dorado, un partido neo-Nazi. Los discípulos de Hitler obtuvieron 438,910 votos, alcanzando un 6,97 por ciento del total. Esta banda de matones--que posa como una fuerza anti-Memorando, aunque siempre fue, es y será un cancerbero leal de los intereses de la clase dominante--tiene el potencial y los medios financieros para convertirse en un partido político hecho y derecho.

La ultra-derecha se ha convertido en una amenaza mucho más seria para los inmigrantes, la izquierda y el movimiento trabajador. Confrontarlos es, pues, una de las tareas básicas para el movimiento popular y la izquierda. El esfuerzo para desbaratar a los Nazis debe ser una lucha consciente, organizada y constante.

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EN GENERAL, el resultado de la elección fue un contundente golpe al sistema. Causó una parálisis sin precedentes entre los representantes políticos de la clase dominante, a quienes no les quedó ni la legitimidad, ni opción alguna de ganar apoyo para sus políticas de austeridad. Esto ha sucedido en un momento en que la intensificada crisis global les exige actuar con rapidez y con dureza contra los intereses de los trabajadores.

El resultado electoral también aumentó el potencial para un aumento de la resistencia desde abajo. Se ha abierto la posibilidad para una sacudida más radical al estatus quo, pues la consigna de un "gobierno de izquierda" cuenta con el apoyo de una parte importante de la población.

Este es un hecho que no puede ser ignorado. SYRIZA terminó primero entre los votos de la clase obrera, tanto del sector público como del privado, entre los desempleados, y entre los votantes de edades entre 18 a 34 años y 35 a 54 años. Fue también el partido con mayor votación en los barrios obreros de Atenas y Pireaus.

Este resultado es también un mensaje para Europa--y no es un mensaje aislado, como lo prueban las elecciones presidenciales de Francia.

Los líderes de los países de la Unión Europea respondieron con su propio contradictorio mensaje.

Por un lado, esperan controlar la situación después de las elecciones -asustando a la población con la amenaza de "caos" si el Estado griego no respeta los compromisos firmados por Samaras y Venizelos.

Por otra parte, maniobran con la idea de abrir negociaciones. Ahora, dicen estar dispuestos a discutir ajustes a los términos del Memorando--por ejemplo, diluir las medidas de austeridad en un período de tres años en vez de dos, para hacerlas menos drásticas. También dicen estar dispuestos a negociar una nueva política que combine austeridad con algunas medidas de estímulo económico.

En realidad, la canciller alemana, Angela Merkel, y su Ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, están aterrorizados, pues saben que Grecia podría convertirse ahora en el "eslabón débil" de la cadena de la austeridad europea. La izquierda debe mantener su vista enfocada en la perspectiva de esta posibilidad.

Los resultados del 6 de mayo no fue fruto de la nada. Esta revuelta política tiene sus raíces en la oleada de luchas de los últimos años--masivas huelgas generales, protestas militantes, ocupaciones de plazas, etc. Tiene sus raíces en la experiencia política que el pueblo ha acumulado, desde la revuelta juvenil de diciembre del 2008 a la furiosa explosión de clase en Atenas en febrero de 2012.

Pero el rol que ha desempeñado SYRIZA para cristalizar esta dinámica y darle una expresión política en no debe ser ignorado.

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El ESTABLECIMIENTO político ya está intentado subvertir esta dinámica, amenazando con que ningún partido logrará formar gobierno--y presionando para un gobierno de coalición de "salvación nacional" incluyendo todos los partidos. SYRIZA está en lo correcto al oponerse a este escenario. El partido está resistiendo toda presión y chantaje, y debe continuar resistiendo hasta el final.

Solamente con un gobierno de la izquierda puede desbaratar el Memorando en un modo que responda a los intereses de los trabajadores. Tal gobierno cancelaría el Memorando y los acuerdos crediticios como un primer paso para instaurar un programa con prioridades completamente diferentes. Las prioridades centrales de este programa serán los salarios, las pensiones, la educación pública, la salud pública y el apoyo a los desempleados. Para encontrar los medios financieros que sostengan estas políticas, este gobierno suspendería los pagos a los tiburones prestamistas, tanto griegos como internacionales; nacionalizaría el sistema bancario; e impondría una pesada carga tributaria en las ganancias de las corporaciones y en la riqueza de la élite.

Los dos principales partidos del pasado se dirigen inevitablemente a una profunda crisis. En la ND, ya hay voces que exigen la renuncia de Samaras. En el PASOK, incluso Theodoros Pangalos--miembro líder del partido, conocido por sus ataques contra sus rivales en defensa de las políticas de su partido--ha cuestionado públicamente si tan siquiera vale la pena que el PASOK continúe existiendo.

La izquierda tiene la capacidad de sacudir este sistema político corrupto hasta sus raíces. La dirección del Partido Comunista, mientras siga insistiendo en permanecer al margen, seguirá concediendo a Samaras y Venizelos un chaleco salvavidas. Pero, aún si la actitud del Partido Comunista no cambia, SYRIZA no tiene razones para temer a una nueva elección.

Con este fin en mente, repetimos una vez más nuestro llamado para conformar un frente unido de la izquierda, tanto en las variadas luchas a lo largo y ancho de Grecia como en el campo electoral. Hacemos este llamado a todas las fuerzas de la izquierda, y especialmente a los camaradas de ANTARSYA.

DEA ha participado activamente en las luchas que SYRIZA ha enfrentado para llegar hasta este punto, y ahora estamos orgullosos de esta decisión. Agradecemos a toda la gente que honró a nuestros candidatos con su voto, y nos comprometemos, una vez más, a hacer todo lo posible para continuar guiando a SYRIZA en una dirección de izquierda radical, pues es este el objetivo de la gran mayoría de sus miembros y aliados.

Traducido por Damián Reyes

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